Desesperación

En los últimos días, me han entrado unos nervios muy malos. Y es que esta espera se me está haciendo eterna. No paro de intentar adivinar cuándo me van a llamar (llevamos seis meses de espera). A la Ecai, cada vez que la llamo, siempre nos da la misma respuesta: "no sabemos nada" ; "hasta que no tengas región no nos informan" ; "el tiempo es incalculable, pueden ser seis meses como que un año" "en Rusia cada expediente va de diferente manera, unos tardan muy poco y otros llevan ya años de espera". Es desalentador no saber nada. Yo estaba tranquila de ver que lo llevaba bien, pero ahora llevo dos semanas de impaciencia y nervios. Y para impacientarme más todavía, anoche vimos la película "El italiano", película rusa "VOSE" que trata el tema de la adopción internacional y el mundo de los orfanatos y los mediadores. Me dio mucho que pensar. Deberíamos verla todos los que estamos en proceso de adopción. Me hizo replantearme la forma de pensar que tenía acerca de algunos aspectos importantes, como el de la madre biológica. Y es que cada día de mi vida tendré que agradecerle el haber traído al mundo a mis hijos. Nosotros no somos nadie para juzgarla. No sabemos los motivos que la han llevado a dar a sus hijos en adopción. Mis hijos serán educados de manera que vivan su adopción de forma sana y sin ningún atisbo de rencor ni compasión artificial por nuestra parte. Nuestras circunstancias son las que nos han tocado vivir, y no son ni mejor ni peor que otras. Es su pasado y nuestro presente y futuro, y vamos a luchar su padre y yo porque mis hijos sean muy muy felices. Anoche estuve soñando con ellos. No puedo explicar con palabras mis sentimientos; los estrechaba junto a mí, y decía: "ya nada nos separará, estamos unidos para siempre". Me he levantado con un dolor de pecho y me he puesto a llorar de querer estar con ellos ya. Tengo que tranquilizarme, ser positiva y esperar, no nos queda de otra. Al final todo llega.

Videos que nos inspiran...

Estos videos son muy importantes para mi, porque en momentos duros como los que estoy viviendo estos últimos días, en los que deseo con todas mis fuerzas esa llamada que me acerque más a mis hijos, me inspiran una cantidad de sentimientos muy intensos. En ellos veo la luz al final del tunel; y es que todo llega...

Dios mio, cuídalos mucho y reúnelos pronto con nosotros! Aqui os esperan unos padres llenos de amor.

Granada huele a nardos

Estas fechas son muy especiales en Granada. Empieza la época que más me gusta, ya que mi ciudad se vuelve mágica. Por donde quieras que vayas huele a nardos. Es el olor que te anuncia la llegada del otoño, mi estación preferida. Hace buen tiempo, sin calor pero todavía cálido. Las hojas comienzan a amarillear y los atardeceres son rojizos. Las floristas se ponen en cualquier rincón de las calles, y antes de verlas, el olor de los nardos te delata que en pocos metros te vas a encontrar a una tendera que te vende el ramillete de seis nardo por dos euros, todo un lujo que te mantiene la casa aromatizada. Es una delicia entrar por la puerta e inundarte con ese olor. También es la semana de la ofrenda floral a la patrona de Granada, cuya basílica se llena de color, tradición y devoción. También empieza para nosotros Sierra Nevada los fines de semana, con el bocadillo de jamón, los frutos secos y el chocolate. En cuanto esten aquí los peques tendré que llevar en la mochilas excursiones a la unas cuantas cosas más. Estoy deseando vivir todas estas sensaciones con mis dos soles y que sean ellos los que inunden de luz mi hogar. Entrar por casa y escuchar sus risas, sus voces diciendo que ya he llegado y sentir en mi pecho su calor y amor. Ahora estoy más sensible que nunca, cualquier cosa hace que piense en ellos y que quiera que estén aquí ya. Y es que llevo unos días de nervios terribles. Esta espera se me está haciendo eterna.

Vuelta de las vacaciones

Se acabaron las vacaciones. Un verano más que pasa y un otoño que está por comenzar. Nada más llegar a Granada lo primero que hice fue ponerme a leer como loca todos los blogs a los que sigo para ver novedades y leer buenas noticias. Me ha dado mucha alegría ver que el tiempo pasa y las cosas se mueven. En tres semanas desconectada de Internet han pasado muchas cosas y todas buenas, según he leído, y espero seguir leyendo. Muchas felicidades a los que ya estáis con vuestros peques en casa, a los que ya tenéis asignación y a los que estáis a punto de viajar para conocerlos.

Mi verano ha sido relajado, lleno de emociones y esperanzas. Hemos estado dos semanas en la costa granadina en playa granada, en donde hemos cogido fuerzas para este invierno y hemos deborado libros a la orilla del mar como nunca, de los cuales os contaré en otra entrada. Mis padres nos invitaron a toda la familia a pasar unos días en Cádiz, chiclana (playa la barrosa), donde hemos reído y disfrutado muchísimo. Mis padres decían:¡el año que viene les toca a mis nietos!. Este verano ya he sentido mucho más cerca a mis hijos que nunca. A donde quiera que fuéramos siempre había algo para ellos. En la urbanización de casa ya todos os esperan, mis tesoros. Hay muchos niños de vuestra edad que están deseando conoceros para jugar con vosotros. En la playa papa y mama se imaginaban como será vuestra carita cuando vayamos en coche de camino al apartamento, y yo os mire y os toque las pantorrillas para ver que estáis bien y deciros lo mucho que os quiero. Es curioso porque una tarde, de camino a playa bolonia en cadiz, mi marido me preguntó ¿qué harías en estos momentos si tuviéramos a los niños detrás? antes de que yo pudiera responder ya lo estaba haciendo él y me dijo: yo pararía el coche y los abrazaría con todas mis fuerzas, a mi se me escaparon las lágrimas y vi que vamos a ser una familia muy muy feliz, y todo el amor que estamos deseando de dar a nuestros dos tesoros. Hoy he llamado a la ecai y me ha dicho que todavía no saben nada, que cinco meses es poco tiempo, pero que tenemos un perfil de idoneidad muy bueno y eso se supone que debe de ir a nuestro favor para que la cosa vaya más rápida. En fin sea lo que sea aqui estamos contando los dias y esperando a que llega la gran llamada que nos conecte al camino que lleva a mis peques. El verano que viene quiero estar con mis hijos haciendo castillos de arena y bañándonos los cuatro en el mar.