sábado, 28 de mayo de 2011

Cumple de Simón

Hoy mi niño cumple cuatro añitos, es el segundo que celebramos juntos, aunque el primero fue una celebración muy muy familiar, estábamos recién llegados, cansados, adaptándonos y asustados. Ahora es muy diferente, mañana se lo celebramos en una granja con todos sus amigos y familiares, está como loco. Lleva dos semanas que cada vez que se levanta por la mañana lo primero que pregunta es: ¡hoy es mi cumple!. Soñaba con que llegara este día. Además sus abuelos le han regalado la equipación completa del Barcelona, vio el partido con su padre y abuelo, y además muy contento porque había ganado su equipo la champion. Está todo el día con un balón en las piernas, es increíble lo que le gusta. Por la noche no se quería quitar el traje culeé para ir a dormir. Le encantan los caballos, por eso se lo vamos a celebrar en una granja, allí los montan a caballo y les dan de comer, entre otras cosas. Además tiene otra sorpresa, después del cumple se lo llevan al campo de fútbol del Granada para conocer al equipo y vivir su primer partido en directo, estoy deseando verles las caritas. Ya os contaré como se lo han pasado los dos, porque será doble sorpresa, ya que Vika no sabe nada, es incapaz de mantener un secreto.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Hoy hace un año que nos convertimos en familia

Hoy y mañana son días muy muy especiales. Recogimos a nuestros hijos de la casa cuna y el orfanato. Por fin empezamos a caminar juntos de la mano, para siempre. Todavía siento en mi piel la sensación de ver a mi hijo después de varios días ¡¡ y era para llevárnoslo!!. Tengo tan vivo este recuerdo, que cuando lo pienso siento en mi ser las mismas sensaciones que entonces, eso sí, sin nervios. Le quitamos su ropita y le pusimos la que trajimos para él. Un peto vaquero que estaba para comérselo. Simón estaba deseando irse de allí, no paraba de abrazarme para que no lo soltara y no lo volviera a dejar de nuevo. Yo le decía: "tranquilo cariño, ya no nos separemos nunca más". Vinieron a despedirse de él la directora y la asistenta social. El las escuchó y volvió corriendo a mis brazos para irnos. Decíamos: "¡paka, paka"!. Y el no lloró. Todavía recuerdo ese olor fuerte de la casa cuna, que me revuelve el estómago. Cuando montamos en el coche y empezó a moverse, Simón se puso muy tenso y muy asustado. Nunca había montado en coche y era demasiado. Que conste que el conductor no ayudaba mucho, nos llevaba a trompicones, frenazos, curvas cerradas, etc.... Yo lo abrazaba y le hablaba. Le decía en ruso cosas que le tranquilizaran: "ismatrí machina" y él asomaba su cabecilla por la ventana y de enseguida la escondía. Allí dentro del coche mi niño se hizo pipí en mis piernas y le puse su primer pañal, fue emocionante. Después de varias horas de estar esperando a que la coordinadora saliera del ministerio de ultimar papeles, nos dice que la directora del orfanato de Vika ya se había ido y hasta el día siguiente no podíamos recoger a nuestra niña. Mi enfado fue muy grande, pero no sirvió de nada. Esa tarde la pasamos con Simón y con Diana la peque de nuestros queridos amigos Robert y María. Fue muy especial, ellos ya estaban en las nubes con su niña y nosotros no podíamos tener la felicidad completa porque nos faltaba nuestra niña. Esa tarde antes de cenar lo duchamos, estaba muy calladito, no decía ni una palabra, eso sí, hasta que le echamos el agua por la cabeza, entonces comenzó a llorar desconsolado. Era indescriptible todo lo que sentíamos Joaquín y yo. Después fuimos a cenar con la otra familia, Diana comía de todo, el mío ya empezó a demostrarnos que muy comilón no era. Solo comía fruta. La primera noche apenas pude dormir, lo miraba constantemente y pensaba "esta aquí". Nos acostamos deseando que llegara la mañana siguiente para ir a por nuestra niña, pero disfrutando a tope a nuestro pequeño. Cuando llegó la hora de prepararnos para ir a desayunar levanté a mis dos hombres a besos, que estaban dormidos profundamente. Vestimos a Simón y quisimos darle cereales con leche, pero mi niño no quería comer nada que no fuese plátano, yogurt o manzana. Desayunamos todos juntos. Llegó la coordinadora y nos fuimos rumbo al orfanato, pero esta vez eramos tres los que íbamos a por Vika, para convertirnos en cuatro para siempre. Mi niña estaba muy muy nerviosa, cuando corrió para venir a darnos un beso se encontró de cara con su hermano, se tapó la cara y se puso a llorar. Increíbles las emociones que allí se respiraban. La vestí mientras Joaquín se quedaba sin aliento por intentar mantener quieto a Simón, jejeje. Toda la ropa le quedaba enorme, no sabía como le iba a sujetar el pantalón de pana para que no se le cayera.
Me quedé con una pena muy grande, porque mi niña no paraba de pedirme que me llevara sus sandalias, rotas y sucias, que era lo único que le iba a quedar de allí. Todavía las tengo en la cabeza. Cuando las cogí la cuidadora me dijo que no me podía llevar nada de allí, que esas pasarían a otra niña. Y las solté, y ella volvía a dármelas, pero no me las llevé. Después en la cancela del orfanato, justo antes de montarnos en el coche su directora le dijo una palabras que me emocioné y ella toda hecha un flan asentaba con la cabecilla. Cuando miré a la puerta de entrada estaban, la cocinera, cuidadora, etc... mirándola y llorando. Ahora mientras lo recuerdo me pongo a llorar, porque siento aquellos sentimientos tan fuertes por parte de todos. Mi niña era muy querida en el orfanato. Algún día volveremos si ellos quieren y pisaremos ese suelo de nuevo. Es parte de su identidad. A partir de ese momento comenzamos nuestra verdadera aventura, los cuatro juntos para siempre y en pocos días en nuestra casa. Ahora un año después de Aquello , parece todo increíble, y a pesar de la salud de mi pequeño, que sé que va a salir adelante, él es muy fuerte y lo vamos a convertir en un pedazo de hombre que no va a entrar por la puerta de casa. Y mi princesa va a perder todos sus miedos gracias a que nosotros siempre vamos a estar ahí para velar por ella. Convertirse en familia de la noche a la mañana no es fácil, pero es lo mejor que nos ha pasado en la vida a los cuatro.
¡Felicidades Vika, Simón y Diana! A partir del 18 de mayo de 2010 por fin nos convertimos en dos familias muy felices.

domingo, 8 de mayo de 2011

¡¡Olé mi flamenca!!

Quién nos lo iba a decir. Hace justo un año, el mismo día que estábamos pasando el juicio en Chitá, mi niña iba a bailar flamenco en un auditorio, lleno de gente y con un arte increíble. Como si toda la vida hubiera estado aprendiendo flamenco. Hace tan solo tres meses me pidió que la apuntara a clases de baile. Por supuesto yo la apunté a ballet, por que era lo que ella daba en el orfanato. Cuál fue mi sorpresa que me dice: "mamá, yo quiero aprender flamenco", y le dije: "pero Vika, cariño, estas segura?, "si mamá, por favor"; "bueno, pues no te preocupes, que yo te apunto a lo que tu quieras".
El primer día que empezó la clases me miraba con lo ojos llenos de luz, y cuando terminó la clase me dice: "¡mamá, estoy loca de la felicidad!". Y nada, en tan sólo tres meses, te sabe bailar sevillanas, bulerías, etc... ¡y con mucho mucho arte!. A mí se me cae la baba, la verdad. Y a su padre ni te cuento. Allí estábamos todos apoyándola y ella llena de alegría. Su hermano le gritaba: "¡¡Vika muy bien!!". La vida es increíble. Mi Simón es más de darle patadas al balón y le encanta la música, sobre todo el piano. En fin, lo importante es que sean muy felices y hagan lo que quieran.

jueves, 5 de mayo de 2011

Hace un año de nuestro JUICIO!!

Es increíble, pero hoy 5 de Mayo de 2011, hace justo un año en que nos convertimos en padres oficiales de nuestros dos hijos. Dos horas y media de nervios, esperanzas y mucha tensión. Lo recuerdo como si fuera hoy. La verdad es que este mes de Mayo está lleno de recuerdos imborrables para toda nuestra vida. La noche de antes nos la pasamos entera estudiando ruso. Nos dijeron que como adoptábamos a una niña de cinco años que hablaba perfectamente el ruso, el juez nos iba a preguntar que le hablaramos algo en su idioma, para ver como nos ibamos a comunicar con ella. Un hora antes vino la traductora para enseñarnos pronunciación. En fin toda una aventura que jamás olvidaremos. Recuerdo el momento en el que juez dictó sentencia favorable, fue increíble, todo lo malo había pasado. SOMOS PAPAS!! y con papeles, es una sensación que solo unos padres que adoptan saben de lo que estoy hablando. Recuerdo la estación y los carriles del transiberiano, que estaban justo en frente de la ventana de la habitación del juzgado. Tan lejos de nuestra casa, en la otra punta del mundo, estábamos cambiando nuestras vidas para siempre. Después de ir y venir de un sitio para otro firmando papeles, nos dejaron en el hotel. Allí antes de cambiarnos para ir a ver a los peques, nos grabamos con la cámara de vídeo y le dedicamos llenos de júbilo unas palabras a nuestro hijos. Desde entonces caminamos juntos los cuatro y somos muy felices. En próximas entradas iré contando mucho más, porque este mes es muy intenso. Hoy estoy muy muy liada, tengo a los dos malitos y Vika baila flasmenco en el auditorio esta tarde. Así que imaginaros. Pero no podía dejar de escribir unas palabras este día.

domingo, 1 de mayo de 2011

La MAMÁ más feliz del mundo


Por fin voy a escribir una entrada teniendo a mis niños en casa en este día,junto a su madre. Mi ganas de ser mamá han sido siempre muy intensas, todavía hay momentos en los que escucho alguna canción que me recuerda la espera, o me vienen recuerdos de todo lo vivido hasta llegar hasta aquí y me palpita el corazón. Entonces tomo aire y miro atrás del coche y digo: "tranquila María, ya están contigo, ¿no los ves?". Y a lo mejor están dormidos, o gritando y peleándose vivos, y me siento tan feliz de verlos. Es difícil describir estos sentimientos, pero después de casi un año todavía sigo en una nube y casi estoy que no me lo creo. En este año de camino juntos mis hijos me están haciendo sentir la madre más feliz del mundo. Por fin estoy junto a ellos, que tanto necesitaban de su madre y yo de mis hijos. Por fin hemos empezado a dar nuestros primeros pasos como familia juntos, aprendemos a querernos cada día más y de los momentos malos intentamos salir más reforzados. Quiero ser una buena madre en el mejor sentido de la palabra. Prepararme para saber guiarles de la mejor forma posible en la vida. Que cuenten conmigo y con su padre para siempre y vean en nosotros a las personas que siempre van a velar por ellos. Son hijos nacidos de mi corazón, y no hay nada más fuerte que eso. Las madres adoptivas luchamos como leonas por reunirnos con nuestros hijos, por tener por fin la manada junta y a salvo, pero cuando ya los tenemos junto a nosotras nos volvemos mucho más que leonas y luchamos por ellos como ninguna otra. Sabemos todo lo que han vivido, sabemos la mochila que traen a sus espaldas y no pararemos hasta poder ir ayudándoles a cicatrizar la heridas y quitarle todo el peso que podamos. Con solo mirarlos a la cara sé lo que les está pasando: cuando tienen sueño, cuando se están poniendo malitos, cuando necesitan mimos extras; Aunque a veces la que los necesite sea yo. Son como peluches tiernos y no hay nada en este mundo que me guste más que achucharlos contra mí y sentirlos tan míos. He luchado mucho por ser madre y no pienso perderme nada más de mis pequeños. Por cierto, me encanta cuando me llaman mamá todos, incluido mi marido, al que quiero con locura y también me hace ser la madre más feliz del mundo. Por desgracia él perdió a su madre muy jovencito y lo pasó muy mal. Ahora ve en mí muchas cosas de su madre y yo veo en mí muchas cosas de la mía, la cual también me ayuda en este camino con un gran ejemplo de amor y ternura. Felicidades abuelas Mari y Conchi, que veláis por ellos con un amor de abuela y madre desde la tierra y desde el cielo juntas. Y en este día de las madres también me acuerdo con fuerza en la madre biológica de mis hijos, porque gracias a ella, hoy soy MAMÁ.