jueves, 29 de julio de 2010

Dos meses juntos

Expresaros con palabras todo lo que siento como madre es imposible. Necesitaría mucho más que una entrada. Cada día que pasa los quiero más, y pienso,¡Dios mio podré quererlos aún más!, y cada segundo del tiempo me sorprendo. Al principio te invade un sentimiento enorme de protección, seguido de nervios y emociones encontradas por lo mucho que has vivido hasta llegar a ellos. Después te preguntas con más fuerza que hasta el momento: ¿seré una buena madre? Tengo que reconocer que los comienzos no son fáciles, no sólo para nosotros, sino para ellos también. Y para colmo cuando llegas a tu ciudad te encuentras, como es normal, a un montón de personas que quieren conocerlos, incluidos aquellos que hasta entonces no había mostrado ningún tipo de interés, y ahora son los más pesados. Las visitas no comprenden el cansancio y la necesidad de estar solos en nuestra casa los cuatro. Hasta que llega el día que dices "lo primero es mi familia", y tomas medidas. Ahora, después de casi dos meses juntos, estamos muy tranquilos. Es como si siempre hubiéramos estado juntos. El blog lo tengo algo abandonado porque además de dos peques de golpe, estamos liados de médicos, esperamos pronto acabar. A los niños les encanta el agua. Están todo el día metidos en la piscina y cuando vamos a la playa se vuelven locos, con la arena y las olas. Por cierto, se saben todas las canciones de Bob Esponja, de Martín Martín etc....les encanta bailar, cantar y mi niña dibuja muy muy bien. Cuando salimos con ellos vamos con la cara iluminada. Atrás quedaron los lamentos y el cuándo vendrán. Ahora por fin somos una familia. Cuando llega su padre por las puertas del trabajo se ponen a gritar como locos "papi, papi!!" y se le cuelgan al cuello como una lapa. A su padre se le cae la baba. Vika ya ha aprendido a nadar. Es un pescaillo en el agua y Simón imita en todo a su hermana, que es mayor que él y, por supuesto, su principal referencia. Los dos son muy alegres y cariñosos. Ahora están en la fase de preguntar por todo, ¿esto qué es?. Por las noches cogemos el libro de ruso-español y Vika me enseña como se pronuncia el "paruski" y yo cómo se dice en espanski. Así es como está aprendiendo español tan rápido. Los abuelos están como locos. Sienten verdadera adoración por ellos. Estos niños vienen deseando tener una familia y no os podéis ni imaginar lo mucho que valoran cualquier pequeño detalle y gesto de cariño. No necesitan regalos, sólo buscan amor, y aquí lo hay a montones. La tata (mi hermana) está embarazada y es increíble verlos dándole besos en la panza y diciendo "mira, se mueve el primo David". La verdad, es increíble la adaptación que están teniendo. Aunque no todo es tan idílico. También hay berrinches descomunales, peleas entre hermanos y por supuesto un sentido de la propiedad hacia sus juguetes muy exagerado. Pero yo cada día aprendo más de ellos y cada día estamos más unidos. Por cierto mientras escribo esta entrada me están destrozando el salón saltando por todos lados y tirándose los cojines. No paran ni un minuto. Son incansables. Cuando llega la noche y se duermen los miro y no me lo creo, así de quietos y callados, aihhhhhh....

Gracias Dios mío por habernos unido. Por fin la leyenda del hilo rojo se ha hecho realidad y nos ha encontrado para siempre.

viernes, 23 de julio de 2010

Encuentrro entre Vika y Simón. Primera noche juntos


Mientras Simón dormía preparamos todo lo necesario para recoger a Vika. Nos imaginábamos como sería el encuentro entre los dos. A la mañana siguiente Simón se despertó con una enorme sonrisa, su rostro reflejaba una felicidad que hasta ese momento no habíamos visto. Lo pusimos muy guapo para ir a ver a su hermana, y le dimos de desayunar. Estábamos más nerviosos que el día anterior. Por fin llegó la coordinadora y tomamos rumbo al orfanato. Allí nos estaba esperando su directora. Nos llevó a una sala donde a pocos metros se encontraba nuestra niña. Salió corriendo al vernos y cuando se encontró con su hermano se paró en seco y se puso a llorar, con sus manitas se tapaba la carita. Su hermano se reía y la llamaba. Es imposible plasmar con palabras lo que allí se respiraba, Joaquín y yo nos miramos, y no pude contener las lágrimas. Me temblaban las piernas y el corazón se me iba a salir del pecho. Por fin mis dos hijos viéndose de nuevo, después de dos años!!, es indescriptible, como cuando los conocimos por primera vez.

La primera noche los cuatro fue genial, Vika no paraba de saltar en la cama como una loca y su hermano riendo a carcajadas. Después llegó la hora de dormir y Vika empezó a llorar y a darle golpes a la almohada. La pobre añoraba su antigua cama y después de darle todas las almohadas de la habitación nos sorprendió cuando descubrimos que lo que ella necesitaba era rezar. Una vez rezamos las dos, se acurrucó junto a mí y se quedó dormida en mis brazos, yo nos podía ser más feliz. Desde entonces cada noche rezamos antes de dormir. En el aeropuerto de Moscú tuvimos que comprarle una estampa de un santo ortodoxo, la cuál besa cada noche junto a su virgen de las angustias. Por fin dormíamos bajo el mismo techo los cuatro. ¡Ya estábamos completos!. Por fin se cerró el circulo. A partir de ese momento comenzó nuestra nueva vida juntos.

A la mañana siguiente Vika desizo las maletas y se metió dentro de ellas. Sacó toda la ropa y se la puso, todo ello con la risa cómplice de Simón el cuál la miraba y la seguía en todo. Mis niños estaban felices y nosotros más. Eso si destrozados y muy cansados. Imaginaros dos niños que lo están descubriendo todo, no conocen el peligro y no tienen miedo a nada. Vika nos hacía reír con sus payasadas, se disfrazaba con la ropa de su padre o mía y se escondía para darles sustos al hermano.¡Estaban incontrolables!. Mientras Vika hacía fechorias, mi marido descubrió a Simón vigilándonos por la ranura de la puerta, por supuesto para avisar a su hermana si había moros en la costa y que dejara de hacer lo que estuviera haciendo.

Nos quedaba tan sólo una noche más para volar rumbo a Moscú - España.

viernes, 2 de julio de 2010

Te quiero mucho, mami


Hoy es un día muy especial. Mi niña me ha dicho por primera vez ¡TE QUIERO MUCHO, MAMI!. Ha sido emocionante, mi corazón y todo mi ser se ha llenado de luz. Seguido del te quiero me ha dado un besazo y un abrazo fuerte como nunca. A lo largo del día me lo ha dicho varias veces, y por eso es un día tan fantástico. Sólo una madre adoptiva puede entender lo que significa que tu hija de cinco años te diga esas palabras que encierran tanto, algo que tantas veces había soñado y por fin ha llegado.

Tengo mucho más que contar desde la primera noche con ellos hasta ahora. Mi intención es terminar el blog, con el primer año juntos. Así que todavía queda un poco. Y no sé si me podré despedir, del todo.


Gracias a todos de corazón.