Hijos de mi corazón

Hijos de mi corazón, cada día me levanto deseando que suene el teléfono y por fin tengamos fecha de juicio. Cada noche sueño con vosotros. Cada minuto del día pesa más. Hasta hace unos días nosotros eramos parte activa del proceso, nos manteníamos ocupados. Ahora tenemos todo preparado para vuestra llegada y cada vez que entramos a vuestra habitación deseamos veros en ella. Esta espera está siendo la más dura que hemos tenido en todo el proceso. Nos consolamos viendo vuestras fotos y vídeos. Estamos muy contentos de tener unos hijos tan maravillosos. Vuestras sonrisas iluminan nuestras vidas y cada día intento ser más positiva para teneros pronto en casa. Por otra parte, papa y yo hablamos mucho de vosotros y de todo lo que nos queda por hacer. Nos reímos juntos mientras recordamos anécdotas de nuestros encuentros. Como el primer enfado de nuestra preciosa Vika, cuando su padre le borró su mano dibujada en la pizarra mágica. Vika se cruzó de brazos y se fue hacia la ventana enfadada. Tiene bastante carácter. Eso sí, igual que le vino se le pasó y le dio un enorme beso a su padre, que a la vez le ponía de nuevo la mano para que se la dibujara. Creo que entre Vika y yo vamos a tener entretenidos a los hombres de la casa. En cambio, Simón solo quería abrazarnos y no dejar de tener contacto con nosotros. Es mucho más tímido que Vika. Son unos hijos maravillosos. Se nos cae la baba constantemente. Duna ya os conoce por los videos. Cada vez que os nombramos se va a la puerta de casa a esperar que llegueis. Es muy graciosa. Le decimos: ¿dónde está vika y simón? levanta las orejas y empieza a buscaros. Espero que muy pronto estéis jugando con ella al escondite, por casa. Hoy me he asustado bastante cuando he leído lo del volcán islandés y la nube de ceniza de humo. Enseguida hemos echado un vistazo a las noticias. Lo siguiente que hemos pensado es que da lo mismo, que si no se puede volar, pues cogeremos trenes, autobuses o lo que haga falta para llegar a por nuestros hijos y volver a abrazarnos. Esperemos que esto remita y no haya contratiempos. Lo que pasa es que ahora uno está mas susceptible con todo.
Cada noche hablo con la luna y de algún modo me tranquiliza, le cuento cosas de vosotros y le pido que os acune por la noches hasta que lleguemos. Le pido que no os pongáis enfermos y que os acordéis de nosotros y nos esperéis pronto. Me imagino cuando os enseñen vuestras cuidadoras el álbum que os dejamos. La luna nos acompañó todo el camino de vuelo hasta vosotros. Ella vive nuestra historia y se que pronto nos va unir de nuevo. Hoy he empezado a rellenar vuestros libros de "Esta es nuestra historia". Espero pronto poder escribirlos enteros y llenarlos de fotos de vuestro primer añito en casa.
Desde el corazón de vuestra madre sentid nuestro amor, mis tesoros.